viernes, 1 de junio de 2012

¿Hace falta que diga que quiero que seas feliz pase lo que pase?

No sé que pensar, bueno en realidad, no lo quiero pensar. Sé perfectamente lo que esta pasando, no soy tonta.
Si, sabía que podía pasar lo peor, esto, pero nunca llegue a pensarlo como algo que llegaría, no podía pensarlo, no lo quería. ¿Qué decir? ¿Que me da igual? ¿Qué si tu eres feliz yo también lo soy? Si hace falta lo puedo decir: Sé feliz. Ya lo he dicho. No creo que tengas que desperdiciar el tiempo así, sin hacer nada por mi culpa.
Soñé mil veces con lo que podía pasar, soñé despierta y dormida, soñé a todas horas. Ya sabía que era demasiado perfecto todo esto para mi. Nunca tuve las cosas fáciles en mi vida...

Aunque el agua esté fría saltaré.

Y a veces esas decisiones alocadas son las que te cambian la vida, son las que sin pensarlo te hacen disfrutar, sentir que eres feliz y vivir la vida. Atreverse, creo que esa es la línea que marca lo que tengo de lo que podría tener. Valer mucho más de lo que aparentas. ¿Sabes? Si fuera por mi la vida sería multicolor todos los días, no existirían los días nublados y 365 días al año haría tanto calor como para quitarme la ropa, ponerme el bikini y bañarme.  Lineas, existen muchísimas, demasiadas para mi opinión, pero no se consigue nada esquivándolas o quedándote en un lado; valiente, valiente es ese que se atreve a pasar por el medio saltando, ese que no lo piensa dos veces, ese que sabe que ha hecho lo mejor, ese que lo sabe pero no lo piensa.